Uno de los eternos propósitos que tienen muchas personas es bajar de peso, mejorar la composición corporal o mejorar hábitos alimentarios pero, ¿cómo hacerlo de manera adecuada? Malas costumbres y mitos alimentarios suelen interferir en nuestros objetivos. ¿Cuáles son los errores más frecuentes al querer adelgazar? Si tú también te preguntas “por qué no adelgazo”, en este artículo explicaremos qué errores se suelen cometer y cómo solucionarlos.
1- Pensar en dieta y no en un cambio de hábitos
Es muy frecuente cuidar mucho la dieta entre semana y el fin de semana descuidar por completo la alimentación. Otras personas se toman la dieta como un periodo de restricciones, como si entraran en una cárcel durante un tiempo. Ni lo uno, ni lo otro, es sostenible en el tiempo. El error empieza en el planteamiento de “me pongo a dieta”. El pensamiento debe ser “voy a cambiar de hábitos”, “voy a aprender a comer y disfrutar de este aprendizaje”. De esta manera todos los cambios que realicemos los vamos a adquirir y así nuestra salud mejorará, nuestro peso bajará y podremos mantener esta pérdida de peso.
El error empieza en el planteamiento de “me pongo a dieta”, cuando el pensamiento debe ser “voy a cambiar de hábitos”.
2. Reducir demasiado la ingesta calórica
Muchísimas personas cenan solo verdura con algo de proteína o un bol de frutas con yogur. Realizar estos cambios no nos lleva a una alimentación equilibrada, no es saludable y no se puede mantener en el tiempo, por lo que el fracaso está asegurado. Si realizamos una ingesta demasiado baja, además de pasar hambre nuestro metabolismo tiende a disminuir y a entrar en “modo ahorro”. Es decir, gastaremos menos calorías de las que deberíamos, con lo cual perder peso será cada vez más difícil.
Si realizamos una ingesta demasiado baja, nuestro metabolismo entra en “modo ahorro” y gasta menos calorías.
3. Eliminar los hidratos de carbono
Cuando alguien quiere perder peso es muy habitual que quite de su alimentación el pan, el arroz, la pasta, patata o la legumbre. El resultado es que la ansiedad se dispara. Al eliminar los carbohidratos complejos nos encontramos que de golpe, nuestro cuerpo nos pide dulces, por lo que no comemos pasta en la comida pero nos encontramos irremediablemente merendando galletas, chocolate o cualquier bollería.
¿Solución a los últimos dos errores? Hacer una reducción de tu ingesta total, sin comprometer ningún grupo de alimentos. Un método que funciona muy bien es el método del plato, un recurso fácil y visual que te permite incluir los diferentes grupos de alimentos en todas las comidas y cenas con unas proporciones más ajustadas. El resumen sería una ración grande de verduras (lo que correspondería a la mirad de un plato) un cuarto de plato para la proteína (legumbre, carne, pescado, huevo) y el otro cuarto del plato lo dedicaríamos a los hidratos de carbono complejos (pan, arroz, pasta) potenciando siempre los cereales integrales.
4. Abusar de batidos y zumos detox
Es frecuente consumir diariamente zumos, batidos y licuados detox como método compensatorio o incluso con intención de depurar nuestro cuerpo. Pero la realidad, es que cuando consumimos los alimentos en forma líquida suele haber mucha más cantidad de la que te comerías en forma sólida, por lo que en un zumo acabamos consumiendo 3 naranjas enteras sin uno de sus componentes más importantes, su fibra, por lo que nos saciará menos y la cantidad de azúcar simple será excesiva.
Si queremos reducir calorías y la ingesta de azúcares simples no lo conseguiremos con este tipo de alimentos. Es mejor comer las frutas enteras. Además, no necesitas desintoxicarte, ni compensar. Si comes bien, tu cuerpo ya estará sano y seguirá sus procesos de depuracion naturales. Además, la fruta y verdura es muy saludable, pero si no consumes de manera adecuada proteína e hidratos, tu alimentación no será equilibrada.
¿Solución? Hacer una ingesta adecuada de frutas y verduras al día, fomentando que sean de temporada, junto con el resto de alimentos. Por eso, la recomendación general es incluir una ración de verduras en cada comida principal y mínimo 2-3 piezas de fruta al día.
Cuando consumimos los alimentos en forma líquida, suele haber mucha más cantidad de la que te comerías en forma sólida.
5. Hacer ejercicio sin cambiar la dieta
Otro pensamiento común es: “Como hago ejercicio, no es necesario que me mire mucho la dieta”. Aunque es muy beneficioso y de hecho, necesario, realizar actividad física para mantener una buena condición física y salud, solo con el ejercicio no conseguirás bajar de peso. El ejercicio ayudará a que la bajada de peso sea más constante, minimizar la pérdida de masa muscular, mejorar tu sensación de estrés y tu descanso. Pero si lo haces para compensar calorías “malas” no os funcionará.
La solución pasaría por realizar ejercicio físico además de realizar cambios y mejoras en tu alimentación para controlar la ingesta y así conseguir perder el peso deseado.
6. Seguir una dieta muy calórica
Es fundamental comer saludablemente, pero no es lo mismo comer sano o alimentos saludables, que comer para perder peso. Cuando se quiere perder peso, no solo deberemos realizar una alimentación saludable sino que deberemos tener una restricción calórica mantenida en el tiempo con un control de las raciones (proteína, hidratos de carbono y grasas) acorde a las necesidades de cada persona. En este sentido os recomendamos contactar con un dietista-nutricionista que os pueda orientar durante este periodo de pérdida.
7. No comer fruta
Un mito muy extendido es el de que la fruta engorda. Encontramos mil excusas para prescindir de la fruta pero hay que plantearse la siguiente reflexión: Si no tomamos fruta, ¿qué tomamos? Generalmente picoteamos alimentos insanos en lugar de saciarnos con fruta.
Hay que comer fruta. Ésta tiene fructosa, un azúcar simple, pero como viene acompañada de fibra, este azúcar no se comportará como el azúcar que llevan añadidos los alimentos o el que añadimos al café. Consume cada día fruta en el momento que te apetezca, la puedes consumir entre horas o de postre, lo importante es tomar 2-3 piezas al día.
Otros factores que intervienen en la pérdida de peso
No son errores, serían más bien circunstancias que pueden interferir en vuestro objetivo:
1. Un mal descanso
Dormir pocas horas es un factor que influye en la pérdida de peso, por lo tanto calcula a qué hora debes ir a dormir para poder realizar un descanso reparador.
2. Estrés
Los problemas personales o la propia presión de querer bajar de peso pueden interferir en la pérdida.
3. Alteraciones metabólicas sin diagnosticar
En el caso que estés realizando una dieta con supervisión de un dietista-nutricionista y no bajas de peso, quizás sea por una alteración metabolica no diagnosticada, desde hipertensión, resistencia a la insulina, diabetes, síndrome metabólico, alteración de las tiroides, etc. Esto deberás consultarlo con el profesional adecuado.
Buenas!
Me ha parecido un artículo genial, el cual ha resuelto varias dudas que no sabía ni que tenía.
Por ejemplo, el dato de que la fruta licuada no es tan beneficiosa como la fruta en pieza me parece súper importante para personas como yo que nos cansamos rápido de la fruta y andamos siempre innovando sobre como tomarla.
En mi caso, cuando quise empezar a llevar una dieta más saludable me puse en contacto con el centro médico
Naturae los cuales me aconsejaron llevar una dieta Normoproteica.
Enhorabuena por el post!