Antes de comenzar a tratar de qué manera la dietética y la nutrición pueden beneficiar a aquellas personas afectadas de Síndrome de Fatiga Crónica, intentaremos entender este síndrome.
Cuando hablamos sobre el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), en inglés Chronic Fatigue Syndrome (CFS), hacemos referencia a una afección sistémica caracterizada por una fatiga persistente e invalidante ante pequeños esfuerzos, que no mejora con el reposo1,2,3. Además va acompañada de dolor musculoesquelético difuso y trastornos del sueño2. Esta enfermedad también es conocida como Encefalomielitis miálgica (en inglés Myalgic Encephalomyelitis), Síndrome de astenia crónica o Síndrome de Fatiga Post-viral1,2,4,5.
Actualmente la enfermedad de SFC se incluye dentro del grupo de síndromes de sensitivización central junto con la Sensibilidad química múltiple (SQM) y la Fibromialgia (FM), entre otras, ya que se ha constatado que la SQM puede ir asociada a la FM y al SFC, lo que ha sugerido que estas tres afecciones podrían estar relacionadas con procesos de sensibilización central6,7. No obstante, se debe aclarar que SFC, SQM y FM son entidades clínicas diferentes pese a que comparten parte de sus manifestaciones clínicas, es decir, que tienen signos(1) y síntomas en común, y que, además, en ocasiones pueden coincidir en una misma persona6,8. Esta situación de coexistencia o solapamiento de enfermedades en una misma persona se denomina comorbilidad2,3. Igualmente, no hay que olvidar que la FM ha sido definida como entidad propia y con unos criterios diagnósticos específicos, pese a ser una enfermedad similar al SFC3,9.
Con todo ello se entiende que una persona puede padecer de SFC como enfermedad principal con la presencia añadida de SQM6,10. De hecho, aproximadamente en el 70% de los casos la SQM es una manifestación más del SFC, entendida como enfermedad principal6(2). A su vez, del 50% al 70% de aquellas personas diagnosticadas de FM, cumplen con los criterios de diagnóstico de SFC y viceversa3,8,11,12.
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Primeramente hay que remarcar que se desconocen las causas tanto del SFC como de la SQM y de la FM1,6,7,9,10,13. Por este motivo se refiere a estos tres procesos como “síndrome” y no enfermedad, ya que, estrictamente, se habla de enfermedad cuando se conoce la causa de la misma4. Pese a que el SFC no es de aparición reciente sino que probablemente haya existido siempre sin ser reconocida, o bien bajo distintas denominaciones, como enfermedad es de reciente identificación y la investigación médica existente no es suficiente3,10.
Por este motivo, a día de hoy se afirma que el SFC es una enfermedad de origen y patogenia(3) aún desconocidos que presenta una etiología(4) multifactorial1,14,15.
Hipótesis I
En cualquier caso, conocer el significado del término sensitivización central, antes mencionado, puede ayudar a aproximarnos a las posibles causas (etiología), así como a los mecanismos de actuación de estas causas sobre el organismo para producir la enfermedad (patogenia), del SFC y de las patologías asociadas.
Sensitivización central describe una hipótesis patogénica que buscaría dar una explicación a la superposición de síndromes, es decir, a la situación comorbilidad de SFC, SQM y FM6. Con esta hipótesis se defiende que estas tres situaciones clínicas tienen una patogenia común6. De hecho, la frecuente asociación de la SQM con la SFC y la FM obliga a pensar que hay puntos etiológicos y fisiopatológicos(5) comunes6. En relación a la etiología, se ha identificado el desarrollo de SFC tras la exposición a diversos productos tóxicos como disolventes, monóxido de carbono, ciguatera(6) e insecticidas3,10,15. En este sentido, se ha descrito la potencial implicación de los insecticidas como factor desencadenante tanto de SFC como de SQM3,6,15. Así, se ha observado que productos químicos como biocidas (plaguicidas), hidrocarburos, irritantes y compuestos orgánicos volátiles (síndrome del edificio enfermo (SEE)) se encuentran con gran frecuencia implicados como factores inductores o desencadenantes de SFC y SQM3,6.
A nivel fisiopatológico, el punto común se localizaría en el sistema nervioso central (SNC), afectando al sistema límbico, lo que daría lugar a una sensibilización neurobiológica2,6. Con esta hipótesis patogénica se haría referencia a procesos de sensibilización central que cursan con incremento y prolongación de la excitabilidad neuronal del SNC mediante mecanismos neuroquímicos comunes y de alteración de neurotransmisores6,7. Todo ello comportaría una disminución del umbral de alerta para la sensación de fatiga (SFC), la percepción olfativa (SQM) y la percepción de dolor6. Es decir, la alteración de las estructuras de percepción (sistema límbico y corteza cerebral) sería la base patogénica de la alteración que provocaría una respuesta excesiva ante un estímulo sensorial de cualquier tipo (hipersensibilidad) como consecuencia de un incremento de la sensibilidad o respuesta biológica del organismo ante la exposición a un agente externo (sensitivización)6.
De este modo, a través del concepto sensitivización central se estaría intentando dar respuesta al fenómeno comorbilidad de SFC, SQM y FM junto con otras enfermedades relacionadas con la sensibilidad6.
Hipótesis II
Se han señalado que los agentes infecciosos como causa del SFC dado que se observa en pacientes infecciones que preceden al inicio del SFC3,10. Tal es así que en más de la mitad de los casos el factor desencadenante es una infección viral9,15.
Por tanto, se asocia el inicio de la enfermedad con una infección vírica desencadenante3. Intentando explicar el por qué de los síntomas en el SFC se establece como base una disfunción inmunobioquímica que causa este proceso3. De este modo, se llega a acordar que la etiología o factor desencadenante de la enfermedad es variado, aunque en el inicio del SFC predomina la presencia de infección vírica3. De acuerdo con lo expuesto, se ha sugerido una relación entre la susceptibilidad psicológica individual, el estrés y ciertas enfermedades orgánicas a través de un posible deterioro de la inmunidad que, por tanto, causa una sensibilidad aumentada a las infecciones14. También se afirma que ciertos factores fisiológicos y psicológicos predisponen y mantienen los síntomas14.
Para intentar comprender las causas del SFC, también se estudian los mecanismos de producción de fatiga3. No obstante, los conocimientos actuales sobre dichos mecanismos son escasos3.
A quién afecta (epidemiología)
La prevalencia se estima entre 0,2 y 0,5% de la población general, aunque también se ha calculado una prevalencia poblacional del 1%1,3,10,16. Con estos datos, se proyectaría una afectación de SFC de entre 20.000 a 35.000 personas en Catalunya y de 200.000 en España8,10.
El SFC se presenta habitualmente en personas de edades comprendidas entre los 20 y 40 años, existiendo un predominio de entre 3 y 6 veces superior en el sexo femenino que en el masculino1,3,10.
Características clínicas
Las principales manifestaciones clínicas del SFC, presentes entre el 70-100% de las personas afectadas, refieren a fatiga, alteración de la concentración, cefalea, faringitis, adenopatías (cervicales o axilares) y dolor muscular (mialgia) y articular (poliartralgia) sin signos inflamatorios3,10. El síntoma de fatiga es persistente e invalidante ante pequeños esfuerzos, no mejora con el reposo y empeora por sobreesfuerzos mínimos, lo que ocasiona un grado importante de incapacidad para las actividades de la vida cotidiana1,3,10. Son manifestaciones dolorosas del SFC la migraña o la cefalalgia tensional, el dolor temporomandibular y las parestesias distales10. Además, son habituales los trastornos del ritmo del sueño, lo que produce que éste no sea reparador10. También existe sintomatología de sequedad de mucosas bucal, conjuntival y genital10. Algunas de las personas afectadas desarrollan sensibilidad a algunos alimentos, a la exposición a productos químicos volátiles o de contacto, intolerancia a radiaciones electromagnéticas o a cambios térmicos10. En la siguiente tabla se pueden observar las principales manifestaciones clínicas del SFC:
PRINCIPALES MANIFESTACIONES CLÍNICAS DEL SFC
Porcentaje (%) de personas afectadas
Fatiga
100
Alteración de la concentración
90
Cefalea
90
Faringitis
85
Adenopatías
80
Dolor muscular
80
Dolor articular
75
Febrícula / Distermia
70
Alteración del estado de ánimo
65
Insomnio
65
Síndrome seco
60
Alergias / Sensibilidad
40
Adaptación.
Fernández-Solà J. coordinador. Sobrevivir al cansancio. Una aproximación a la situación de fatiga crónica. 2ª ed. Barcelona: Viena Ediciones; 2003.
Además, la sintomatología del SFC se caracteriza por la coincidencia y superposición de síntomas que corresponden a enfermedades distintas6:
Solapamiento de otras enfermedades con el SFC
Adaptación.
Fernández-Solà J. coordinador. Sobrevivir al cansancio. Una aproximación a la situación de fatiga crónica. 2ª ed. Barcelona: Viena Ediciones; 2003.
Fernández-Solà J, Nogué Xarau S, editores. Sensibilidad química y ambiental múltiple. Sobrevivir en un entorno tóxico. 1ª ed. Barcelona: Viena Ediciones; 2011.
Col·legi Oficial de Metges de Barcelona. Quaderns de Bona Praxi. [monografía en Internet]. Barcelona: Col·legi Oficial de Metges de Barcelona; 2007 [acceso 19 de julio de 2013]. Disponible en:
El SFC es una entidad clínica bien definida donde debe existir una fatiga prolongada de causa no explicada y para su diagnóstico debe cumplir con unos criterios clínicos específicos consensuados internacionalmente por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Atlanta (Estados Unidos de América)3,10. Estos criterios se conocen como Criterios diagnósticos del SFC de Fukuda (1994). Para el diagnóstico de SFC deben excluirse otras causas reactivas de fatiga como estrés o sofreesfuerzo, ya que la fatiga en SFC no es reactiva a estas situaciones, u otras enfermedades orgánicas y psiquiátricas inductoras de fatiga crónica como anemia o hipotiroidismo3,6. También debe haber una coexistencia de signos o síntomas (criterios asociados) basados fundamentalmente en sintomatología muscular y neuropsicológica3. El diagnóstico en SFC es clínico(7) al no existir ningún marcador analítico o morfológico específico3,9. Como no todas las personas afectadas de SFC tienen el mismo grado de afectación, el SFC se puede clasificar de grado I a IV10.
Las personas que presentan fatiga crónica no explicada, pero que no reúnen los criterios de SFC, entrarían en la situación de fatiga crónica idiopática9.
A continuación se muestran los criterios diagnósticos para la definición del SFC3:
Criterios diagnósticos del SFC (Fukuda et al., 1994)
1. Fatiga crónica persistente (6 meses mínimo) o intermitente.
Es inexplicada, que se presenta de nuevo o con inicio definido y que no es resultado de esfuerzos recientes; no mejora claramente con el descanso; ocasiona una reducción considerable de los niveles previos de actividad cotidiana del paciente.
2. Exclusión de otras enfermedades potencialmente causantes de fatiga crónica.
De forma concurrente, deben estar presentes 4 o más signos o síntomas de los que se relacionan, todos ellos persistentes durante 6 meses o más y posteriores a la presentación de la fatiga:
1. Trastornos de concentración o memoria recientes.2. Odinofagia (deglución dolorosa).3. Adenopatías cervicales o axilares dolorosas.4. Mialgias.5. Poliartralgias sin signos inflamatorios.6. Cefalea de inicio reciente o de características diferentes de la habitual.7. Sueño no reparador.
8. Malestar postesfuerzo de duración superior a 24 h.
Fernández-Solà J. coordinador. Sobrevivir al cansancio. Una aproximación a la situación de fatiga crónica. 2ª ed. Barcelona: Viena Ediciones; 2003.
Fernández-Solà J, Nogué Xarau S, editores. Sensibilidad química y ambiental múltiple. Sobrevivir en un entorno tóxico. 1ª ed. Barcelona: Viena Ediciones; 2011.
Grupo de Trabajo del Síndrome de Fatiga Crónica de Catalunya. Documento de consenso sobre el diagnóstico y tratamiento del síndrome de fatiga crónica en Catalunya. Med Clin (Barc) [revista en Internet]. 2002. [acceso 19 de julio de 2013]; 118(2):[73-6]. Disponible aquí.
Tratamiento la fatiga crónica
Actualmente no se dispone de un tratamiento curativo para el SFC3,8,10. Sin embargo, sí es posible mejorar la intensidad de los síntomas y la calidad de vida de la persona mediante tratamiento sintomático10. El tratamiento debe ser interdisciplinario e incluye ejercicio físico gradual, técnicas de educación de la enfermedad, apoyo psicológico mediante terapia cognitivo-conductual (TCC) y tratamiento sintomático farmacológico3,9,10.
Respecto al tratamiento dietético-nutricional (dietoterapia) del SFC, por una parte se indica la necesidad de asegurar un balance dietético y nutricional adecuado3,17,18,19. Ello incluye la realización de una dieta equilibrada con un horario de comidas regular e hidratación abundante, evitar dietas hiperenergéticas, incrementar el consumo de ácidos grasos esenciales omega-3 y evitar el alcohol3,17. Se añade, también, que puede ser útil la suplementación de las vitaminas A, C y E; minerales como el magnesio y las coenzimas Q-10 y dinucleótido de nicotinamida y adenina (NADH)4,17. También se establecen algunas pautas para el tratamiento sintomatológico ante comorbilidad para el síndrome seco y de colon irritable, donde se recomienda beber 1,5L de agua/día y mantener un hábito dietético equilibrado e hidratación correcta, respectivamente17.
Por otra parte, a la hora de abordar el tratamiento dietético-nutricional en SFC, hay que tener en cuenta la SQM, para la que tampoco hay tratamiento específico y puede coexistir con el SFC como comorbilidad asociada6. El correcto control de la alimentación es básico para la estabilización de la sintomatología6. En SQM es necesario valorar las manifestaciones clínicas digestivas derivadas de la sensibilidad ambiental procedente de la alimentación, las cuales se engloban en el proceso denominado sensibilidad alimentaria, también llamada sensibilización digestiva, el cual no debe confundirse con el de alergia e intolerancia alimentaria6. No obstante, hay que resaltar que en la SQM las intolerancias alimentarias se intensifican6. Por este motivo, evitando los alimentos peor tolerados, que en la población general suelen ser, por ejemplo, la lactosa o el gluten, los síntomas suelen mejorar6.
Cabe destacar que todos los componentes propios o añadidos que se encuentran en los alimentos pueden inducir sensibilidad alimentaria, proceso en el cual se produce un rechazo en el organismo ante el alimento ingerido6. Ante esta situación, entre otras cosas, se aconseja comer preferentemente alimentos frescos en lugar de comida procesada (preparada), limitando, así, el consumo de alimentos y bebidas que contengan aditivos como colorantes y conservantes, agentes sensibilizantes normalmente implicados en fenómenos de sensibilización química3,6. Añadir que, respecto a los alimentos frescos, deben limpiarse bien las verduras y frutas para reducir la ingesta de insecticidas o herbicidas6. Para evitar la exposición a estos productos sensibilizantes (aditivos) que se añaden a los alimentos también se recomienda el consumo de alimentos ecológicos6.
Por todo ello, ante la SQM se recomiendan dietas hiposensibilizantes6. Aún así, la tolerancia alimentaria es personal y no puede generalizarse, de modo que debe abordarse individualmente la situación nutricional de cada persona6.
Conclusión
En términos de tratamiento dietético del SFC, como primer punto indispensable, se hace referencia a la necesidad de seguir una alimentación equilibrada3,17,18. Esta es una pauta común y aplicable tanto en personas sanas como en otras situaciones patológicas. Seguidamente, se hacen menciones a los beneficios de una correcta suplementación nutricional que, en ningún caso, debe ser sustitutiva de una correcta alimentación, sino que debería, en todo caso, complementarla.
Se ha podido observar que las manifestaciones clínicas del SFC son diversas, pudiendo o no estar ligadas a otras enfermedades que se imbrican clínicamente con el SFC3. También se han expuesto breves recomendaciones nutricionales respecto al síndrome seco y de colon irritable y sensibilidad alimentaria. Por este motivo, el objetivo de próximas entradas será profundizar en la dietoterapia ante sintomatología del SFC.
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Fernández-Solà J, Nogué Xarau S, editores. Sensibilidad química y ambiental múltiple. Sobrevivir en un entorno tóxico. 1ª ed. Barcelona: Viena Ediciones; 2011.
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Fernández-Solà J. Síndrome de Fatiga Crónica: Síndrome de Fatiga Crónica: Situación Actual y Perspectivas Futuras [monografía en Internet]. En: II Congreso Multidisciplinar de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Castilla y León. Salamanca; Federación de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Castilla y León; 2008. Barcelona: Col·legi Oficial de Metges de Barcelona; 2007 [acceso 20 de julio de 2013]. Disponible en: http://laff.es/pdf/JFERNAN.pdf
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Hospital Clínic i Provincial de Barcelona. Consells a pacients amb fatiga crònica. Barcelona: Corporació Sanitària Clínic. Consorci de Salut i Social de Catalunya.
No os vais a arrepentir. Desde el primer día que concertamos nuestra cita con Adriana, comenzamos un camino que no pensábamos que iba a ser tan fácil y con tantas opciones.
En cierta forma, influenciados por la sociedad en la que vivimos, siempre que hablábamos de dietas u objetivos para adelgazar, nos venía a la mente el “pasar hambre” o incluso el “dejar de salir”. Adriana nos demostró que no, más bien todo lo contrario. Todavía me acuerdo los primeros días de mi nueva forma de comer, donde incluso comía más que antes. Lo más sorprendente fue ver como, comiendo más pero mejor, el objetivo se iba alcanzando.
Muchas gracias Adriana y a todo el equipo de Alimmenta. No sólo por las consultas y los ánimos que nos habéis dado, sino también por los videos e interacción en redes sociales que nos ofrecéis como otro medio de comunicación. En un mundo donde ya las distancias no importan, nos demostráis que la calidad no depende de ir presencialmente a consulta sino de los profesionales que la conformáis.
Por todo esto y seguro que mucho más, futuros clientes de Alimmenta, no os vais a arrepentir.
Miguel Jesús Rodríguez Arrastia
¡Por fin! Después de intentar de todo (mi médico de cabecera, incluso otra dietista, una visita a una endocrina.. ) decidí probar con Alimmenta porque tenía pinta de que se lo tomaban en serio. Y así ha sido. En una palabra: es eficaz. -Comprenden los hábitos- y así es más fácil saber qué hay que cambiar – Necesitaba que fuera por skype- y funciona de maravilla -El conocimiento y la profesionalidad de Adriana impresionan. Tenía un problema que ni mi médico ni una visita a una endocrina ni mi anterior dietista habían sabido ver. Adriana no se ha rendido, ha buscado en las analíticas y me ha ido ajustando poco a poco la pauta, además cuidando siempre de que sea fácil de seguir. No paso hambre y disfruto de la comida igual que antes. – Pero solo el conocimiento técnico no es suficiente, hay que saber motivar- -y Adriana es una buenísima motivadora. Esto se traduce en que después de cuatro años de ir subiendo a cuatro-cinco kilos por año ya he bajado 6.5 kilos. Y sé que voy a seguir bajando. No puedo estar más contenta con la ayuda de Adriana.
Berta B.
Mi experiencia con Alimmenta ha sido y es inmejorable. Llegué a ellos buscando perder peso y logré un cambio de hábitos, un estilo de vida saludable y un aprendizaje que me ha llevado no sólo a perder 17kg sino a cuidarme de manera consciente, conocerme mejor a mi misma y sentirme muchísimo mejor en todos los aspectos. Gracias a la ayuda y acompañamiento de Adriana he comprendido la importancia de no hacer una dieta, no perseguir objetivos inalcanzables, aprender a quererme a mi misma y apreciar que soy mucho más importante que el número que refleja una báscula. Este es un cambio de por vida y por tanto definitivo y eso no conlleva que mi alimentación sea perfecta cada día sino que logre un equilibrio entre darle a mi cuerpo lo que necesita y disfrutar de salidas y pequeños caprichos sin culpabilidad. En ningún momento he echado de menos cierto tipo de alimentos no saludables y mucho menos he pasado hambre. Mis visitas las he realizado a través de Skype y eso me ha permitido mucha flexibilidad y comodidad. Todavía considero que tengo que seguir aprendiendo y sin duda lo seguiré haciendo con ellos. Gracias por todo.
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Cuando fui a visitarme con la dietista, solo quería bajar un poco de barriga, pero ella me explicó que bajar la cintura a menos de 94 cm lograría mejorar mi analítica (colesterol y triglicéridos), la tensión arterial y disminuir el riesgo cardiovascular y entonces entendí la importancia de comer bien. Así que ahora sigo sus pautas y creo realmente que he logrado cambiar de hábitos. Además, tengo menos acidez y mejores digestiones. Gracias, Marisa.
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Pues no tengo más que palabras de agradecimiento a Adriana por su profesionalidad, alegría y buen hacer. Me ha enseñado a llevar una vida saludable, a no aburrirme con la comida, y a ser consciente de que lo importante es saber escoger lo que se come. Sin duda la recomiendo 100%!!
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Alejandro Díaz Romero
Soy blogger en YouTube y muestro mi imagen en el canal MIMUNDOYYOVLOGS. Al ser también profesional de la salud sé que tengo que cuidarme tanto por dentro como por fuera y como no sabía cómo llevar mi alimentación me puse en contacto con el grupo Alimmenta a través del gym que hay en Parc Vallès en Terrassa y allí me atendió Carme que lo primero que hizo fue no ponerme a dieta sino enseñarme a comer bien, de manera equilibrada y comer de todo, sin dejar de comer ningún alimento. Llevo poquito con ella, pero la verdad que me ha ayudado mucho el hecho de repartir las comidas durante el día, he perdido mucho el hambre y la ansiedad de picotear y creo que hasta he adelgazado un poco, y estoy muy satisfecho del resultado aunque sea a corto plazo. Si me preguntan si seguiré yo respondo que sí. Si no lo hubiese hecho… me hubiese arrepentido.
Muchas gracias, Carme!
Marcel
Empeze en el octubre del 2016 con 97 kg y después de 8 meses ya estoy a 85 kg. Estoy bien, me siento muy energética y positiva y ya se que falta poquito para llegar a mi objetivo de 79 kg. Y todo esto gracias a la ayuda y a la guía de Marisa en Alimmenta. Con su profesionalidad he por fin re-aprendido a comer en manera saludable, a utilizar bien los alimentos en mi dia a dia y he afrontado los cambios que estaban pasando en mi vida con mucha positividad y un poquito mas de calma también en el aspecto de mi alimentación. Ahora me estoy adaptando a mi nueva vida en un país con cultura alimentar muy distinta de la mediterranea, pero lo aprendido en estos meses me esta ayudando en esto nuevo empiezo. Gracias a Alimmenta y gracias a Marisa.
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