Comer de tupper (o táper) entre semana es una gran opción que, además de ayudarnos a ahorrar, nos permite controlar la calidad de los alimentos que comemos diariamente. El problema es que no siempre nos organizamos bien. Esta semana Juana María González, Directora Técnica de Alimmenta, ha colaborado con Prensa Ibérica dando algunos consejos a la hora de preparar tuppers saludables y queremos recopilar aquí los mejores.
Consejos para preparar tuppers saludables
- Elige un tupper de tamaño adecuado a tu ración. Evita volúmenes excesivos o demasiado justos.
- Los tuppers cuadrados o rectangulares se almacenan mejor.
- Utiliza tuppers herméticos para poder transportar líquidos como cremas o sopas.
- Si vas a comer una ensalada y puedes manipular los ingredientes en el trabajo, corta el tomate, el aguacate o las frutas justo antes de comer. De esta manera preservarás mejor la textura y evitarás la oxidación.
- Cocina bien los alimentos perecederos como los huevos, el pescado o la carne. Siempre que el alimento esté a temperatura ambiente (por encima de la de refrigeración) hay más riesgo de contaminación si el alimento está crudo o mal cocinado. En caso de duda, refrigéralo.
- Conserva en la nevera los tuppers hasta el momento de su consumo.
- Si preparas el tupper el día anterior y lo refrigeras, haz que esta refrigeración se mantenga durante su transporte y hasta su consumo. Utiliza bolsas isotermas y puedes usar también placas de hielo para mantener la temperatura durante el transporte de alimentos si ves que la temperatura puede aumentar antes de llegar al trabajo.
- Si preparas una comida caliente, puedes transportarla caliente en una bolsa isoterma, evitando que el alimento se enfríe hasta temperatura ambiente. Intenta no introducir en la misma bolsa alimentos refrigerados (por ejemplo, la fruta o un yogur). Evita las contaminaciones: Tus manos han de estar limpias, así como los trapos de cocina, las superficies de preparación y los recipientes. Evita que los alimentos una vez cocinados con temperatura, entren en contacto con alimentos crudos, verduras sin lavar o utensilios de cocina sucios.
- Cocina pensando en planificar varios tuppers. Por ejemplo, prepara varias raciones de pisto de verduras y tomate que te pueden servir para acompañar un pollo a la plancha un día y para consumirlo con arroz 2 días más tarde. Unos garbanzos cocidos te pueden servir para preparar un tupper de hummus con zanahorias y para otro tupper de ensalada con garbanzos. Unas verduras al vapor, pueden servir de guarnición de una carne o pescado un día, y otro día formar parte de una ensalada completa.
- Evita calentar tuppers con salsas de tomate o alimentos grasos. Siempre que puedas, calienta y sirve el contenido en un plato.
- Acompaña tu tupper casero del postre que comeríamos en casa: una fruta, yogur o queso fresco.
Errores frecuentes al preparar tuppers
- Preparar tuppers monótonos. Muchas veces esa monotonía se debe al desconocimiento de cómo manipular los alimentos o aliñar las ensaladas al preparar el tupper. No queremos llegar al trabajo y encontrarnos nuestro tupper con unas hojas lacias o alimentos oxidados, como la manzana o el aguacate, que deben cortarse al momento y no el día anterior. En general, los ingredientes vegetales es mejor aliñarlos y prepararlos al momento. Otro factor importante a la hora de preparar tuppers monótonos es abusar de algunos alimentos, como por ejemplo de latas de atún.
- Optar por tuppers fríos. También podemos meter en un tupper guisos de carne o pescado, cremas de verduras o legumbres guisadas.
- Repetir siempre las mismas combinaciones de alimentos. Nuestras ensaladas no tienen que ser siempre de lechuga y tomate. En una ensalada pueden entrar en juego muchos ingredientes: Patata, cuscús, verduras, pollo, quesos, frutas…. Hay múltiples opciones.
- Recurrir a comidas no muy equilibradas. Algunos ejemplos serían el clásico tupper de pasta con carne picada, al que idealmente deberíamos incorporar una buena ración de verduras, o la opción de ensalada con atún y huevo, a la que le faltarían carbohidratos (por ejemplo, arroz o pasta) . Muchas veces en la ensalada lo que falta es el alimento proteico: Se prepara una ensalada de la huerta con arroz y nos olvidamos de añadir un poco de pollo, atún o huevo.
Consejos para descongelar tuppers
A la hora de descongelar los tuppers es mejor sacarlos el día anterior del congelador y permitir que la comida se descongele despacio y a temperatura de refrigeración. Si descongelamos el mismo día puede que parte del alimento se haya quedado sin descongelar y además, a temperatura ambiente hay más riesgos higiénico-sanitarios porque los microorganismos a temperatura ambiente pueden crecer rápidamente aumentando el riesgo de toxi-infecciones alimentarias.
En general, se recomienda evitar congelar las frutas, tienen mucha agua y al descongelar pierden su textura. Tampoco se pueden congelar los huevos enteros, pero sí una vez abiertos. Mejor batirlos primero o separar las claras de las yemas. Las claras se pueden congelar bien. Si las hemos comprado envasadas y no hemos gastado todo el envase, se pueden congelar.
Las cremas de verduras se pueden congelar, pero al descongelarlas se separa el agua. Esto es un inconveniente que se solventa volviéndolas a calentar y en el proceso, las cremas recuperan la textura. Los guisos se pueden congelar, pero hay que tener cuidado de hacerlo en recipientes adecuados y con el mínimo aire posible porque este aire reblandece el producto, principalmente los pescados.
Los alimentos que contienen más grasa como el jamón serrano o los embutidos se pueden enranciar y por ello tienen una vida en congelación más corta porque la fracción grasa tiene una congelación lenta y necesita temperaturas más bajas.
Se puede congelar el jengibre, el queso (mejor en porciones o rallado para usar en la pasta o gratinados) el jamón cocido y la nata.
Si después de estos consejos de la dietista-nutricionista Juana María González queréis más tips para organizar vuestras comidas en tupper, os recomendamos ver este vídeo de las nutricionistas de Alimmenta Adriana Oroz y Cristina Lafuente.
Imagen superior: Planificación semanal de la dietista-nutricionista de Alimmenta Adriana Oroz.
Ni idea de que se podía congelar el huevo.